Primeros 1000 días

Se incorporaron 35 heladeras para fortalecer la conservación de vacunas en Neuquén


Las heladeras se distribuirán en todas las zonas sanitarias de la provincia. La cadena de frío es un factor fundamental para el almacenamiento y la conservación de las vacunas.

Esta semana se recibieron 35 heladeras provenientes de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del ministerio de Salud de la Nación (DiCEI), las cuales ya comenzaron a distribuirse por las zonas sanitarias de la provincia. La incorporación se vincula a la estrategia de fortalecimiento de cadena de frío para el almacenamiento y conservación de vacunas; mientras que para la distribución, se realizó un análisis provincial en relación a las proyecciones locales.

Sonia Linconir, del programa de Inmunizaciones de la cartera sanitaria provincial, explicó que “la distribución incluye a todas las zonas sanitarias y los efectores que reciben fueron priorizados según el diagnóstico de situación realizado por las coordinaciones zonales, teniendo en cuenta los que presentaban mayor necesidad de ampliar o mejorar su capacidad de almacenamiento de vacunas”.

La distribución ya comenzó y se estima que se completará la semana próxima. Las nuevas heladeras se incorporan a vacunatorios, hospitales y centros de salud, como así también a depósitos pertenecientes a distintos efectores del Sistema Público de Salud.

Sobre las vacunas y su conservación

“Las vacunas son inmunobiológicos que deben mantenerse entre  determinados rangos de temperatura para su conservación y  efectividad”, indicó Linconir y dijo que “es necesario contar con recursos de equipamiento en calidad y cantidad, y contemplar la mirada de los vacunadores, que observan y monitorean la conservación en forma continua, registrando los valores de temperatura con termómetros y otros elementos, para asegurar la termo-estabilidad de las vacunas”.

En la cadena de frío intervienen un conjunto de eslabones de tipo logístico. Se incluye la manipulación, el transporte y el almacenamiento de los productos biológicos, en un recorrido por distintos puntos, hasta llegar al destino final: la vacunación de una persona.

La capacitación del equipo de salud es fundamental para garantizar este circuito que  requiere recursos materiales, financieros y fundamentalmente humanos.