Primeros 1000 días

¿Cómo prevenir el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH)?


En el Día Nacional de la Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico es importante recordar que para prevenir esta enfermedad es fundamental el lavado correcto de manos, los cuidados al  manipular y cocinar los alimentos, como así también la higiene.

El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es provocado, en la mayoría de los casos, por infección con Escherichia coli, productor de toxina Shiga (STEC). Dicha enfermedad ocasiona más de 400 casos anuales en Argentina y, si bien afecta a la población en general, sus consecuencias son más graves en niños y niñas de hasta 5 años. Se trata de la principal causa de insuficiencia renal aguda en lactantes y niños y niñas en la primera infancia. 

El Día Nacional de la Lucha contra el SUH fue creado por la Ley N°26.926, para generar conciencia sobre la enfermedad y las medidas de prevención. El día fue elegido por el nacimiento de Carlos Gianantonio (19 de agosto de 1926), referente de la pediatría argentina que dedicó años de investigación al tema.

La principal vía de transmisión de esta enfermedad es fecal-oral, frecuentemente a través de la ingestión de alimentos o agua contaminada con heces de ganado vacuno o por contaminación cruzada durante la manipulación. También puede producirse por contacto directo con personas o animales infectados, y a través de aguas de recreación (piletas de natación pública o privada, lagunas y río) o entornos medioambientales no adecuados.

Como en tantas otras enfermedades, un aliado en su lucha es el lavado de manos, a lo que se suman otras medidas de prevención como cocinar correctamente la carne, cuidar la higiene al manipular alimentos, lavar bien las frutas y verduras, consumir agua segura y leche pasteurizada.

Los primeros síntomas que se presentan por el SUH suelen ser una diarrea leve acuosa que luego se vuelve sanguinolenta, por lo que los niños pueden presentar palidez, daño renal, irritabilidad, vómitos, convulsiones y disminución de la diuresis.

En casos más severos, puede comenzar con una diarrea sanguinolenta y deficiencias renales. El período de incubación es de dos a 10 días y el de transmisibilidad, hasta tres semanas en los niños y de una semana o menos en los adultos, después del comienzo de la diarrea.

En lo que respecta a la provincia del Neuquén se han realizado investigaciones científicas en las que se han observado la circulación de una cepa más virulenta en la región. En este sentido, cabe resaltar que el Sistema de Salud realiza vigilancia epidemiológica de las diarreas, por lo que ante un caso se debe notificar al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) y analizar todos los factores, para indagar sobre el origen del contagio, que puede ser multicausal.

De esta manera, a través del tratamiento sistemático de datos, información y conocimiento en el entorno sanitario, se trabaja de manera sostenida para mejorar el proceso de toma de decisiones, tanto en la gestión asistencial como a nivel organizacional.

¿Cómo se contrae?

Las vías de transmisión son la ingesta de carne mal cocida y el jugo de carne cruda, embutidos poco cocidos, la leche y jugos envasados no pasteurizados, las aguas contaminadas y las manos, superficies y utensilios mal higienizados.

También se puede producir el contagio de persona a persona por prácticas higiénicas inadecuadas, como no lavarse las manos antes de comer, después de ir al baño y/o cambiar pañales. Otra vía de contagio es a través de aguas de recreación contaminadas como las piletas natación pública o privada, lagunas y ríos.

Por último, existe la contaminación cruzada, poniendo en contacto alimentos o utensilios contaminados con alimentos no contaminados que se comen crudos, como la lechuga, el tomate y otros.

Recomendaciones:

Higiene

• Lavarse las manos antes y después de preparar alimentos y a menudo durante la preparación.

• Proteger los alimentos y las áreas de la cocina de insectos, mascotas y otros animales.

• Lavarse las manos después de ir al baño.

• Lavar y desinfectar todas las superficies.

Agua potable

• Ante la duda de que el agua no sea potable, agregar dos gotas de lavandina por cada litro de agua o hervir 5 minutos antes de usarla.

Mamadera segura

• Para la preparación de mamaderas, utilizar agua potable. Entre cada uso se deben esterilizar (para ello colocarlas en una olla grande con agua hirviendo (100° C) y dejarlas 10 minutos. El agua debe cubrir las mamaderas y luego dejarlas enfriar dentro de la olla).

Contaminación crudo-cocido

• Separar siempre los alimentos crudos de los cocidos y de los listos para consumir.

• Usar equipos y utensilios diferentes, como cuchillas o tablas de cortar, para manipular carnes y otros alimentos crudos.

• Si se usan los mismos asegúrese de lavarlos bien con detergente entre usos.

• Conservar los alimentos en recipientes separados para evitar el contacto entre crudos y cocidos.

Temperaturas seguras

• Mantener los alimentos a temperaturas seguras, respetando las indicaciones del envase.

• No guardar las comidas preparadas por mucho tiempo, ni siquiera en la heladera.

• No dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas.

Alimentos seguros

• Utilizar agua potable para su lavado.

• El lavado rápido y superficial de las frutas y hortalizas no es suficiente. Lavarlas minuciosamente, especialmente si se consumen crudas.

• No utilizar alimentos después de la fecha de vencimiento.

Cocción completa

• Cocinar completamente los alimentos, especialmente carnes, pollos, huevos y pescados.

• Hervir los alimentos como sopas y guisos para asegurarse que ellos alcanzaron 70° C.

• Para carnes rojas y pollos, cuidar que no queden partes rojas en su interior.

• Cuidar en casa y exigir en los locales de comida que las hamburguesas estén bien cocidas.