Primeros 1000 días

Cáncer Infantil: acceder a un diagnóstico y tratamiento adecuado


El 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil, con el objetivo de concientizar a la comunidad respecto de esta enfermedad y de la necesidad de un acceso rápido al diagnóstico y al tratamiento correspondiente.

El 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil, una fecha que tiene como objetivo concientizar a la sociedad sobre esta enfermedad y la importancia de la detección temprana para comenzar con el tratamiento adecuado. Los tipos de cáncer más comunes en niños y niñas son las leucemias, tumores cerebrales y tumores sólidos. Por lo general, en comparación con los adultos, los menores presentan mayor tolerancia a tratamientos agresivos y una mejor capacidad de recuperación, por lo que un diagnóstico rápido y un tratamiento adecuado, pueden pueden curar algunos de los tipos de cáncer más comunes en niños y niñas. 

La tasa de incidencia de cáncer en menores de 15 años en la Argentina es de 129,9 casos anuales cada un millón de niños y niñas. En Neuquén, el Servicio de Pediatría del Hospital Castro Rendón atiende anualmente de 20 a 30 pacientes con diagnóstico de cáncer. De acuerdo a las estadísticas, lo esperado para la población de pacientes menores de 15 años en la provincia, es de 22 nuevos casos de cáncer infantil al año.

Actualmente, el Servicio del hospital cuenta con tres Hemato Oncólogas infantiles, forma parte de la Red Nacional de Atención de pacientes, y es el referente patagónico del Hospital Garrahan. Cabe resaltar que por su complejidad, localización y trayectoria, brinda cobertura no sólo a pacientes de la Provincia del Neuquén, sino también a pacientes de provincias vecinas, que posean o no cobertura social.

Los profesionales del Servicio de Hemato Oncología Infantil, del Hospital de Día y de Internación Pediátrica, llevan adelante la atención constante y dedicada de los pacientes y el acompañamiento de sus familias.

Dentro de sus proyecciones, tienen como objetivo complejizar el servicio y contar con la capacitación de todas las subespecialidades, para lograr una mayor cobertura de los pacientes en el hospital, evitando las consecuencias familiares y sociales que genera el desarraigo. Anualmente, alrededor del 20 por ciento de los pacientes deben migrar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para realizar la totalidad o parte del tratamiento.

Es importante señalar que, ante cualquier síntoma fuera de lo común, los padres o cuidadores deben consultar con el pediatra, quien debe estar alerta y conocer las características de estas patologías para poder detectarla a tiempo.

En el marco de los derechos del niño, establecidos por convención internacional y legislaciones argentinas, existen algunos que deben ser especialmente tenidos en cuenta en el contexto del tratamiento de una enfermedad oncológica:

  • Derecho al descanso, esparcimiento y juego. Para garantizarlo, en todas las unidades de oncología pediátrica debe haber una juegoteca o biblioteca.
  • Derecho a volver a su casa, siempre y cuando el tratamiento lo permita, para poder disfrutar de su hogar, familia y amistades.
  • Derecho a la educación. Los niños y las niñas tienen que continuar con la escolaridad, con maestras domiciliarias u hospitalarias en todas las unidades de oncología pediátrica en el país.
  • Derecho a saber qué les sucede. Se les debe contar cada procedimiento que se les va a realizar con antelación, para que se puedan preparar emocionalmente ya que la falta de información les puede provocar ansiedad y miedo.
  • Derecho al alivio del dolor. Para ello se cuenta con un plan de opiodes que garantiza que no sufran dolor en ningún momento del tratamiento. 
  • Derecho a la toma de decisiones. Si bien las decisiones de gran escala serán tomadas por su familia y el personal de Salud, los niños y las niñas tienen la oportunidad de elegir cuestiones del día a día, en la medida que la flexibilidad del tratamiento lo permita. Por ejemplo, elegir el brazo del que le saquen sangre, estar en cuarto compartido o acomodar los horarios de las terapias para poder irse a su casa.