Primeros 1000 días

21 de septiembre: Día Mundial del Alzheimer


Reducir los riesgos

El ministerio de Salud y Desarrollo Social informa que esta fecha fue elegida en 1994 por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer y el lema se adapta a cada país según la situación local.

Martín Regueiro, referente del programa de Salud del Adulto Mayor y coordinador del Sistema Integrado de Atención Domiciliaria (SIAD), explicó que “la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia; es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades de la vida diaria” y agrega que “su curso es lento, progresivo y compromete no solo la memoria, sino el lenguaje, la compresión y la posibilidad de ser independiente; a medida que avanza, los síntomas empeoran, pudiendo llegar a no reconocer a sus amigos, familiares, o incluso a ellos mismos. Esta enfermedad desgasta a los familiares o convivientes, sobre todo, en estadios avanzados”.

¿Cómo se produce la enfermedad de Alzheimer?

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, de carácter progresivo e irreversible, que aún no tiene origen conocido y para la que, a pesar de los avances en investigación, aún no se conoce ningún tratamiento capaz de curarla.

Se caracteriza por la pérdida gradual de neuronas cerebrales que producen un deterioro progresivo de la memoria, el cálculo, la orientación e incluso el habla y el juicio en fases muy avanzadas. Sin embargo, no todo el cerebro está afectado, las lesiones se producen en áreas bien definidas, lo que explica la progresión de la enfermedad.

Primero se localiza en las amígdalas cerebrales y en el hipocampo, zonas encargadas de la memoria (por eso los olvidos cada vez más frecuentes) y de regular nuestra vida afectiva (de ahí los cambios de humor, la apatía y los comportamientos incoherentes) para luego pasar a los lóbulos frontales, que intervienen en la vida social y relacional del paciente.

¿Es frecuente?

Según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada cuatro segundos aparece un nuevo caso de demencia. De acuerdo a las estimaciones realizadas se prevé que la prevalencia de este tipo de enfermedades se dispare en los próximos años. En Argentina se estima que 500.000 personas padecen Alzheimer.

¿Cómo cuidamos a las personas que padecen esta enfermedad?

Las personas que padecen esta enfermedad necesitan cuidados especiales, adaptados a sus necesidades. A medida que la enfermedad avanza puede ser necesaria mayor dedicación en el cuidado, prestando atención a situaciones que pongan en riesgo la vida del paciente y su familia.

Es importante no tratar a los pacientes con enfermedad de Alzheimer o a los adultos mayores en general como niños, ya que no lo son. Las personas mayores tienen su historia, tienen su trayectoria y deben ser respetadas como tal.

El decálogo del familiar de las personas con demencias dice:

  • Nunca discutas con el enfermo, ponete de acuerdo con él.
  • Nunca trates de razonar con él, distraé su atención.
  • Nunca lo avergüences, es mejor recordarle sus cualidades.
  • Nunca trates de darle lecciones, tranquilízalo.
  • Nunca le pidas que recuerde, vos sos ahora su memoria.
  • Nunca le digas “ya te lo dije”, repítaselo cuantas veces haga falta.
  • Nunca le diga “vos no podés”, decile “hacé lo que puedas”.
  • Nunca le exijas u órdenes, pregúntale o enseñale.
  • Nunca le niegues tu paciencia. Sos ahora su memoria.

Prevenir…siempre prevenir 

Aún no se ha encontrado una forma exacta de prevenir la enfermedad de Alzheimer, sin embargo al igual que para otras tantas enfermedades no transmisibles, optar con un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir los riesgos.

Por ese motivo, se recomienda dedicar tiempo a actividades de esparcimiento y enriquecimiento intelectual, como leer, utilizar juegos de mesa como el dominó o el ajedrez, tocar instrumentos musicales, bailar, escribir, aprender cosas nuevas, conversar y participar en actividades como voluntario o en clases creativas y artísticas. Sostener la actividad física también aporta a mantener la mente saludable, porque el ejercicio físico mantiene la circulación sanguínea y puede crear nuevas células cerebrales.

Del mismo modo, la alimentación saludablemente tiene beneficios significativos para el funcionamiento del corazón y el cerebro. Se recomienda incorporar alimentos como pescado, frutos secos, aceitunas, vegetales, frutas y aceite de oliva; y reducir el consumo de carnes rojas y productos lácteos altos en grasa.

 

¿Dónde pedir ayuda?

La enfermedad de Alzheimer afecta a toda la familia, ya que el 70% de las personas con demencia son cuidados por un familiar. Los cuidadores de personas con enfermedad de Alzheimer sufren agotamiento físico y mental, asociado a emociones como pena, culpa, enojo, vergüenza y soledad.

Es importante aceptar la ayuda de otros miembros de la familia, y no llevar la carga solo. Existen grupos de ayuda que nuclean a familiares de pacientes con enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Pueden contactarse con el Área de Adulto Mayor: saludadultomayornqn@gmail.com

 

Equipo de Comunicación

Ministerio de Salud y Desarrollo Social

Neuquén, miércoles 21 de septiembre